martes, 10 de diciembre de 2019

UN SIMPLE GOLPE DE ALAS (AMOR DE DIOS)

Un simple golpe de ala
«Acordaos de aquella bella estrofa del Cántico espiritual de nuestro Padre San Juan de la Cruz: 
Vuélvete, paloma, 
que el ciervo vulnerado 
por el otero asoma 

al aire de tu vuelo, 
y fresco toma (Estrofa 13) 
»Ya lo veis: el Esposo, el ciervo herido, no es atraído por la altura, es decir, por las acciones brillantes, sino solamente por el aire del vuelo, y un simple golpe de ala -un acto de verdadera caridad- basta para producir esta brisa de amor». 


«¡Yo juego a la banca del Amor!»

Me decía frecuentemente que no quería ser «comerciante al por menor, pues en este oficio no se gana de golpe, sino perra a perra. 
Sin embargo, hay muchas almas que se ganan la vida en esta pequeña escala; hay quienes cobran al contado. Pero yo, decía ella, juego a la banca del Amor...; lo hago a juego alto. Si pierdo, lo veré. No me preocupo de las especulaciones de la bolsa; es Jesús quien lo hace por mi. No sé si soy rica o pobre, más tarde lo veré».  
   
«Dios es un fuego consumidor»
Una vez que tenía en las manos las epístolas de San Pablo, me llamó y me dijo entusiasmada: «Escuchad lo que dice el Apóstol: «No os habéis acercado (por medio del amor) a un monte que se pueda tocar con la mano, ni a un fuego que arde, ni a un torbellino..., sino al monte de Sión, a la ciudad del Dios vivo, que es la Jerusalén celestial, al coro de millares de ángeles, a la Iglesia de los primogénitos..., pues nuestro Dios es un fuego consumidor» (Hebreos, 12, 18, 22, 23, 29) Y volviendo a estas últimas palabras, me las comentó con emoción.   



Fuente: Consejos y recuerdos (Recogidos por Sor Genoveva de la Santa Faz, Celina)





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