martes, 24 de diciembre de 2019

CONFORMARSE CON LOS USOS (OBEDIENCIA)


Aunque nos recomendó obrar lo más perfectamente posible, juzgaba que no era
necesario tratar de obrar mejor que las otras, sino conformarse en todo a los usos, pues un celo indiscreto puede perjudicar a sí misma y a las demás. 

«Por ejemplo, me decía, si estáis en retiro riguroso, descargada de las labores de la Comunidad, y hay ropa que tender en el granero, no os mezcléis con las Hermanas que hacen ese trabajo. Aunque se trate de un acto de caridad, es mejor abstenerse, como es costumbre, porque, una vez pasado vuestro fervor, la obligación que os habéis impuesto podría convertirse en cansancio para vuestra alma y cansar a las demás, las cuales se creerían obligadas a imitar vuestro ejemplo y tendrían miedo de rehusar algo a Dios no haciéndolo, o bien: si accidentalmente se pide a una Hermana ayuda para un oficio que no es el suyo, ha de conformarse en todo a lo que se le ha indicado, aun en el caso de que ella conciba el trabajo de una manera más perfecta, pues de lo contrario se corre el riesgo de disgustar a las oficialas habituales, que pueden tener sus razones para obrar como obran y que las demás ignoran».

Puesto que en la vida acontece que la continuidad de una cosa cansa, es mejor no emprender, en plan de costumbre, sino lo que se cree poder cumplir con perseverancia.  



Fuente: Consejos y recuerdos (Recogidos por Sor Genoveva de la Santa Faz, Celina)


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