martes, 24 de diciembre de 2019

NO HACER NADA SIN PERMISO (OBEDIENCIA)

Sor Teresa del Niño Jesús nos recomendaba con mucha frecuencia que fuésemos muy fieles en pedir nuestros permisos.        
«En cuanto a mí, me dijo, cuando me había olvidado de hacerlo el sábado y no pensaba en ello en el momento en que hubiera podido pedirlos, me privaba de cualquier cosa indispensable antes que obrar por mí misma
Yo era muy escrupulosa en esto, y me veía muy atormentada cuando tenía que hacer alguna cosa sin la autorización de nuestra Madre. Así, Dios permitió que ella no me mandase escribir mis poesías a medida que las componía, y no quise pedírselo por miedo de faltar a la pobreza Esperaba, pues, la hora de tiempo libre, y a duras penas me acordaba a las ocho de la tarde de lo que había compuesto por la mañana. Estas pequeñas nadas constituyen un martirio, es verdad; pero hay que guardarse mucho de disminuirlas permitiéndonos, o procurando que se nos permitan, mil cosas que harían la vida religiosa agradable y cómoda. No hay que concederse a sí misma ninguna holgura» 

Cuando entró en el Carmelo, a los quince años, su caligrafía, mal formada, disgustó a la Madre Inés de Jesús.        
Teresa le propuso entonces escribir en redondilla, lo cual le era mucho más cómodo; pero no se lo permitieron, y se sometió, poniendo interés en corregirse. Sólo al final de su vida le fue dado el permiso.   


Fuente: Consejos y recuerdos (Recogidos por Sor Genoveva de la Santa Faz, Celina)


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