miércoles, 25 de diciembre de 2019

A PROPÓSITO DEL SUFRIMIENTO (FUERZA EN EL SUFRIMIENTO)


«Yo tenía, me dijo, una capacidad muy grande para sufrir y muy reducida para gozar: no podía soportar el gozo. 
Por eso, el gozo me quitaba enteramente el apetito, mientras que los días en que sufría mucho comía por cuatro: ¡al revés de todo el mundo!».        
Aunque deseaba el martirio, Sor Teresa no buscaba el sufrimiento por el sufrimiento; lo amaba porque era para ella un medio de probar a Jesús su amor, de la misma manera que nuestro Señor deseaba el bautismo de sangre para mostrarnos el suyo, aunque al mismo tiempo lo temía según su naturaleza humana. 
Además, cuando ella expresa a Dios su deseo de sufrir mucho por Él, siempre subordina su oración a los designios de la Providencia sobre ella. Y aun al final de su vida, esta disposición de abandono total al beneplácito divino ejerció en su alma una influencia tan predominante, que la hacía exclamar: 
«No deseo ni el sufrimiento ni la muerte, y sin embargo, los amo a los dos. Hoy por hoy, sólo me guía el abandono total; ya no sé pedir nada con ardor, excepto el cumplimiento perfecto de la voluntad de Dios sobre mi alma».



Fuente: Consejos y recuerdos (Recogidos por Sor Genoveva de la Santa Faz, Celina)

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