martes, 24 de diciembre de 2019

AMOR PROPIO


Durante su enfermedad imaginé, para aliviarla, toda una táctica, que llevé a la práctica tan rápidamente y le parecía tan ingeniosa que me miraba toda sorprendida. 
Me agradeció entonces mi caritativa prontitud, mi destreza, y añadió:        
«Si os hubiesen mandado esto, si hubiese sido idea de vuestra primera de oficio, ¿lo habríais ejecutado con tanta alegría?». 
Y, desarrollando su pensamiento, me demostró lo muy inclinada que está la naturaleza a encontrar fácil lo que nace de la propia inspiración personal, mientras que por el contrario siempre hay peros y condiciones cuando se trata de adoptar las ideas de los otros. Así, vemos con buenos ojos los alivios que se dan a las demás cuando los hemos obtenido por nuestra mediación. Si no intervenimos en su concesión, ¡mil tentaciones se levantan en nuestro corazón, y hallamos modos de desaprobar todo aquello en lo que no hemos puesto las manos!».  



Fuente: Consejos y recuerdos (Recogidos por Sor Genoveva de la Santa Faz, Celina)

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