jueves, 16 de agosto de 2018

TODO PARA JESÚS, CARTA 76



A sor Inés de Jesús 

7 de enero de 1889 

J.M.J.T. 

Jesús + 

Esta mañana he sufrido con sor San Vicente de Paul (1) y me fui con el corazón destrozado... 

¿Qué tienes tú que atrae tanto a mi alma? No puedes imaginarte cómo siento no poder hablarte (2)... 


¿Entiendes algo de la forma de actuar de Jesús...? Yo te decía que los niños no saben lo que quieren. Pues así se comporta Jesús con su pelotita. Sin duda ha creído que la fecha del 9 era demasiado maravillosa (3), ¡y no quiere nada maravilloso para ella...! Sé muy bien por qué: es porque sólo él es maravilloso en toda la FUERZA de esa palabra, y quiere hacer ver a su pelotita cómo se engañaría si buscase en otra parte una sombra de belleza que podría tomar por la misma belleza... 


 
¡Qué bueno es conmigo el que pronto será mi prometido! ¡Qué divinamente amable es al no permitir que yo me apegue a NINGUNA cosa criada! 
Él sabe muy bien que si me concediese una sola sombra de felicidad, me apegaría a ella con toda la energía y con toda la fuerza de mi corazón. Y me niega esa sombra. Prefiere dejarme en las tinieblas a darme un falso resplandor que no sería él... Y ya que no puedo encontrar ninguna criatura que me satisfaga, quiero dárselo todo a Jesús, no quiero dar a las criaturas ni un solo átomo de mi amor. ¡Ojalá que Jesús me conceda siempre comprender que sólo él es la felicidad perfecta, incluso cuando parece ausentarse...! 

Hoy aún más que ayer, si es que esto es posible, he estado privada de todo consuelo.
Le doy gracias a Jesús, que piensa que eso es bueno para mi alma; además, si me consolase, quizás yo me detendría en esas dulzuras, y él quiere que todo sea para él... Pues bien, será todo para él, todo. 
Aun cuando sienta que no tengo nada para poder ofrecerle, le daría esa nada, como esta tarde... 

Si Jesús no me da consolaciones, me da una paz tan grande que me hace un bien mucho mayor... 

¿Y la carta del Padre (4)...? Me pareció celestial, y mi corazón encontró en ella muchas cosas hermosas, pero ¿y la felicidad...? ¡Pues no!, la felicidad no..., la felicidad sólo se encuentra en el sufrimiento, ¡y en el sufrimiento sin ningún consuelo...! 

Hermanita, mamaíta querida (6), ¿qué estarás pensando de tu hijita? Si no fueras tú, no me atrevería a escribir estos pensamientos, los más íntimos de mi alma... POR FAVOR, rompe estos papeles una vez que los hayas leído... 

Pide que tu hijita no niegue a Jesús ni un solo átomo de su corazón. 

Teresa del Niño Jesús  






NOTAS

(1) Sin duda con motivo de una prueba de alpargatas (sandalias de tela basta con suelas de esparto). Sor San Vicente de Paul multiplicaba los comentarios punzantes hacia Teresa, que se contentaba con responderle con una sonrisa. 

(2) Teresa está en ejercicios espirituales. Sólo puede hablar con la priora y con la maestra de novicias. 

(3) Fecha prevista en un principio para la toma de hábito: cf CG p. 433. 

(4) El P. Pichon. 
 

 
Fuente: Obras completas, santa Teresa de Lisieux, cartas.

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