jueves, 2 de agosto de 2018

MI ÚNICO DESEO ES HACER SIEMPRE LA VOLUNTAD DE JESÚS, CARTA 74


A sor Inés de Jesús 

6 de enero de 1889 

J.M.J.T.  


Corderito querido de Jesús, ¡gracias...! ¡Si supieras cómo me gustaron tus letras...! 

Pídele a Jesús que sea muy generosa durante mis ejercicios espirituales. ¡Él me ACRIBILLA a alfilerazos, la pobre pelotita ya no puede más, por todas partes está llena de pequeños agujeros que la hacen sufrir más que si sólo tuviera uno grande...! Al lado de Jesús, nada, ¡sequedad...!, ¡sueño...! ¡Pero al menos, hay silencio...! El silencio hace bien al alma...Pero las criaturas, ¡ay, las criaturas...! ¡La pelotita se estremece a su contacto...! 

¡Comprende a este juguetito de Jesús...! Cuando es él, el dulce amigo, quien pincha a su pelota, el sufrimiento no es sino dulzura, ¡es tan dulce su mano...! Pero las criaturas... Las que me rodean son muy buenas, pero hay en ellas un no sé qué que me repele... No sé explicártelo, comprende tú a esta tu pobre alma. Sin embargo, me siento MUY dichosa, dichosa de sufrir lo que Jesús quiere que sufra. Si no es él quien pincha directamente a su pelotita, sí que es él quien guía la mano que la pincha (1)... Si Jesús quiere dormir, ¿por qué se lo voy yo a impedir? Yo ya soy muy dichosa con que no se moleste por mí; tratándome así, me demuestra que no soy para él una extraña, pues te aseguro que él no hace el menor gasto por darme conversación... 

¡Si supieras qué indiferente quiero ser con las cosas de la tierra! ¿Qué me importan todas las bellezas creadas? Sería desdichada poseyéndolas, ¡estaría tan vacío mi corazón...!
Es increíble lo grande que me parece mi corazón cuando contemplo todos los tesoros de la tierra, pues veo claro que todos juntos no podrían llenarlo; ¡pero qué pequeño me parece cuando contemplo a Jesús...! ¡Quisiera amarle tanto...! ¡Amarle como nunca lo ha amado nadie...! Mi único deseo es hacer siempre la voluntad de Jesús, enjugar las lágrimas que le hacen derramar los pecadores... ¡No, no QUIERO que Jesús sufra el día de mis esponsales, quisiera convertir a todos los pecadores de la tierra y salvar a todas las almas del purgatorio (2)...! 

El Cordero de Jesús se va a reír al ver este deseo del granito de arena... Ya sé que es una locura, pero no obstante quisiera que fuese así, para que Jesús no tuviese que derramar ni una sola lágrima. 

¡Ruega para que el grano de arena se convierta en un ATOMO, visible únicamente a los ojos de Jesús! 

 

Teresa del Niño Jesús.



 NOTAS

 1 Esa mano, por ahora, es la de sor San Vicente de Paul.

 2 Esos mismos deseos aparecerán al año siguiente, en el billete de su profesión, 8 de septiembre de 1890.


Fuente: Obras completas, santa Teresa de Lisieux, cartas.


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