Jesús + 17 de noviembre de 1894
Querida tía:
Con el alma todavía aromada por la hermosa carta de mi tío a sor María Magdalena (1), vengo a felicitarle su santo.
¡Si supiese, querida tiíta, lo orgullosa que estoy de tener unos parientes como ustedes...! Me siento feliz de ver qué bien sirven a Dios los que amo, y me pregunto por qué razón me concedió la gracia de pertenecer a una familia tan maravillosa.
LOS TÍOS DE SANTA TERESITA, SENTADOS, Y A LA DERECHA, LEONIA.
DE PIE, DE IZQUIERDA A DERECHA, SU PRIMA MARÍA Y SU HERMANA CELINA
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Me parece que Jesús se va a gusto a descansar en vuestra casa, como lo hacía en otro tiempo en Betania. Es «el divino Mendigo de amor», que pide posada y que dice «gracias», y que pide siempre más, en proporción a las dádivas que recibe. Él sabe muy bien que los corazones a los que se dirige comprenden «que el honor más grande que Dios puede hacer a un alma, no es darle mucho, sino pedirle mucho» (2).
Por eso, ¡qué dulce será para usted, querida tía, oír un día que el mismo Jesús le da el título de madre..! Sí, usted es verdaderamente su madre, él nos lo asegura en el Evangelio con estas palabras: «El que cumple la voluntad de mi Padre, ése es mi madre». ¡Y usted no sólo cumple su voluntad, sino que le entrega a seis de sus hijas para que sean sus esposas...! De modo que usted es seis veces su madre, y los ángeles del cielo podrían dirigirle estas hermosas palabras: «Y tú te alegrarás en tus hijos, porque todos serán bendecidos y se reunirán con el Señor». Sí, todos son bendecidos, y en el cielo, querida tía, usted tendrá una corona trenzada de rosas y de lirios...
Y las dos rosas (3) que brillarán entre ellas no serán su ornato menor. Ellas reproducirán en la tierra las virtudes de mi tía y aromarán así a nuestro triste mundo, de manera que Dios pueda seguir encontrando aquí en la tierra algunas flores que seduzcan su mirada y detengan su brazo, dispuesto a castigar a los malvados...
JUANA, PRIMA DE TERESITA |
Querida tiíta, quería decirle muchas más cosas, pero vienen a buscar carta y sólo tengo tiempo para repetirle una vez más mi cariño. Pienso también en el onomástico de nuestra querida abuelita (4), y le ruego que le dé un abrazo muy fuerte de mi parte.
Su hijita
Teresa del Niño Jesús rel. carm. ind.
NOTAS
1 El señor Guérin era el «padrino» de toma de hábito de sor María Magdalena. La «madrina» de toma de hábito era la señora de Virville, cuñada de la madre María de Gonzaga.
2 P. Pichon.
3 Francis y Juana.
4 La señora Fournet.
Fuente: Obras completas, santa Teresa de Lisieux, cartas.
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