J.M.J.T.
Querida Leonia:
¡No puedo expresar la alegría que sentí al saber que has sido aprobada para la toma de hábito...! Comprendo lo feliz que debes de sentirte y comparto enormemente tu alegría.
LEONIA |
Al fin llegó ese día tan deseado... Tú, hermanita querida, aún no habías encontrado a Jesús ante los ojos del mundo; pero después de haberlo buscado con mil desvelos, he aquí que él mismo viene hacia ti... Tú te conformabas con encontrarle fuera a solas, pero él desea besarte delante de todo el mundo, para que ya nadie ignore «que él ha puesto su sello sobre tu frente y que nunca tendrás otro amador que él» (1)...
Querida Leonia, me olvidaba de darte las gracias por tu carta. Debería haber empezado por ahí, pero ¿verdad que entiendes que la alegría que siento por tu inmensa felicidad es lo que me ha hecho cometer este olvido?
Espero que tus deseos se vean pronto cumplidos y que vuestro capellán se cure rápidamente. Te ruego, querida hermanita, que des mis respetuosos saludos a tu buena y venerada Madre (2). Me alegro, como tú, de que sea ella quien te dé el santo hábito.
Te dejo, pero siguiendo unida a ti en el divino Corazón de Jesús.
Tu indigna hermanita,
Teresa del Niño Jesús de la Santa Faz rel. carm. ind.
NOTAS
1 Cf Oficio litúrgico de santa Inés, antífona 3ª de Maitines; y PN 26.
2 Madre María de Sales; cf Cta 148, n. 3.
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