jueves, 27 de diciembre de 2018

UN PESO ETERNO DE GLORIA, CARTA A LEONIA, CARTA 173

 A sor Teresa Dositea (Leonia)  enero de 1895 
 J.M.J.T.       Jesús + 

Querida hermanita: 
Con gran alegría te envío mi felicitación al comenzar este año nuevo. El que acaba de pasar ha sido muy fructífero para el cielo: nuestro padre querido ha visto lo que «el ojo del hombre no puede ver», ha escuchado la armonía de los ángeles..., y su corazón comprende y su alma goza ya de las recompensas que Dios tiene preparadas para los que le aman. 

 
CELIA GUÉRIN Y LUIS MARTÍN, PADRES DE TERESITA

Un día nos llegará también el turno a nosotras..., ¡quizás no veamos terminar el año que comienza!, ¡tal vez una de nosotras oiga pronto la llamada de Jesús...! 


¡Oh, qué hermoso es pensar que bogamos hacia la ribera eterna...! 


Querida hermanita, ¿no te parece, como a mí, que la partida de nuestro padre querido nos ha acercado más al cielo? Más de la mitad de la familia goza ya de la visión de Dios, y las cinco desterradas de la tierra no tardarán en volar hacia su Patria. Este pensamiento de la brevedad de la vida me da ánimos y me ayuda a soportar las fatigas del camino. ¿Qué importa, dice la Imitación de Cristo (1) un poco de trabajo aquí en la tierra... Estamos de paso y no tenemos aquí morada permanente? Jesús ha ido delante para prepararnos un sitio en la casa de su Padre, y después volverá y nos llevará con él, para que donde está él estemos también nosotras... Esperemos y suframos en paz, la hora del descanso se acerca, las ligeras tribulaciones de esta vida que dura un momento producen en nosotras un peso eterno de gloria... 

Querida hermanita, ¡cómo me gustan tus cartas, y, sobre todo, cuánto bien hacen a mi alma! Me lleno de gozo al ver cómo te ama Dios y cómo te colma de sus gracias... Te halla digna de sufrir por su amor, y ésa es la mayor prueba de ternura que puede darte, pues el sufrimiento nos hace semejantes a él... 


Hermanita querida, no olvides a la última y más pobre de tus hermanas. Pídele a Jesús que sea muy fiel, que sea feliz, como tú, de ser en todas partes la más pequeña y la última de todas... 


Te ruego que presentes mis mejores deseos a tus santas Madres y que les asegures que estoy muy unida a ellas en el Corazón de Jesús. 


Tu pobre hermanita, 


(Teresa del Niño Jesús) rel. carm. ind. 

 


NOTAS Cta 173 

 1 Im III,47, Réflexions. La cita continúa hasta el final del párrafo. 
 


 Fuente: Obras completas, santa Teresa de Lisieux, cartas.
 

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