lunes, 25 de noviembre de 2019

PRÓLOGO DE "CONSEJOS Y RECUERDOS"

Esta nueva edición de "consejos y recuerdos" solo contiene los recogidos por la propia hermana de la Santa: Sor Genoveva de la Santa Faz.

Sor Genoveva de la Santa Faz, Celina.

Conocido es ya el puesto especialísimo que ésta ocupaba en el corazón y en la vida de la Santa. Celina no era sólo su hermana según la carne: estaba destinada a ser su discípula según el espíritu. A este propósito, escribía Teresa en su Autobiografía: «Puedo decir que mi cariño fraternal se parecía más que nada a un amor de madre; estaba lleno de desvelo y de solicitud por su alma». 
A este respecto aun, confió el día 16 de julio de 1897 a la Reverenda Madre Inés de Jesús en una de sus últimas conversaciones lo que sigue: «Yo había hecho el completo sacrificio de mi Hermana Sor Genoveva, pero no puedo decir que no la deseaba. Muchas veces en el verano, durante el silencio de la noche, sentada en la terraza, me decía a mí misma: «¡Ah, si mi Celina estuviese aquí cerca de mi! ... Pero no, esto sería una dicha demasiado grande...». Y me parecía algo irrealizable. Pero no deseaba esta dicha por un sentimiento de naturaleza, sino por su alma, para que ella fuese por nuestro camino... Y cuando vi que entraba aquí, y no sólo que entraba sino que me la encomendaban completamente a mí para instruirla en todas las cosas, cuando vi que Dios sobrepasaba de este modo mis deseos comprendí qué inmensidad de amor tenía Dios para conmigo...». 

Estas notas subrayan el alcance de los testimonios que siguen. Su gran valor histórico se deduce de que son extractos:
1º, de las notas íntimas que, por mandato de la Reverenda Madre Inés de Jesús, había redactado Sor Genoveva, en gran parte mientras vivía aún santa Teresa del Niño Jesús. La Santa conoció estos primeros ensayos y los halló conformes a la verdad.

2º, de sus Deposiciones, preparadas en orden a los Procesos canónicos, cuya substancia se resume en dichos testimonios. 

Sor Genoveva de la Santa Faz ha añadido algunos recuerdos, redactados recientemente.
Las divisiones y los títulos se han añadido para hacer viable su publicación.
Cuando Sor Genoveva de la Santa Faz, poco después de la muerte de Teresa, escribió sus notas íntimas, les puso como preámbulo las siguientes líneas: 

J.M.J.T.
Había leído en mi infancia la vida de los Santos. Aquellos relatos habían transportado e inflamado mi corazón, habían hecho nacer en mí aspiraciones hacia lo bello, habían entusiasmado y guiado mi juventud...
Había vislumbrado, soñado, pero nunca alcanzado, el ideal de la santidad, pues para tocar una cosa es necesario estar muy cerca de ella, y para que la admiración sea sin nubes es necesario poder imitar al héroe que la inspira.
En el Carmelo, yo encontré en nuestra querida Hermanita Teresa lo que había buscado. Por medio de ella todos mis deseos se vieron colmados.

¡Oh, María, Madre mía! Bajo vuestra mirada escribo estos pocos recuerdos, a fin de que en la hora de las tinieblas, de la prueba y de la tentación, me acuerde de que estas cosas me fueron dichas por el Ángel que vos me habíais dado para guiar mis primeros pasos en la vida religiosa; es él, lo sé, quien desde lo alto del cielo me acompaña aún y guía mis últimos pasos. 


Entrada ya en los ochenta y tres años de edad, Sor Genoveva ha querido revisar las notas tomadas en el umbral de su vida. religiosa y como al dictado de su santa Hermanita. Una vez terminado este trabajo, ha dado de sí misma este testimonio conmovedor, que queremos reproducir íntegramente:
«He releído y clasificado mis recuerdos,. consignados en los cuadernos íntimos y en mis preparativos de Deposición para los dos Procesos»
Estos textos, alternados las más de las veces en diálogo, dan, como dice la imitación, el verdadero acento de la voz de la naturaleza y de la voz de la gracia». Y aunque sobre algunos temas da voz de la naturaleza» se repite hasta hacerse enojosa, no he querido suprimir cosa alguna, a fin de no perder nada de las sabias respuestas de «la voz de la gracia».
¡Puedan estos recuerdos vividos ayudar un poco a las almas que luchan con sus defectos e imperfecciones!
Atestiguo que estas páginas son, en toda verdad, conformes a lo que yo vi y oí». 

SOR GENOVEVA DE LA SANTA FAZ Y DE SANTA TERESA
o. c. d. 9 de junio de 1951.
  


Nada tenemos que añadir a este documento. Él define mejor de lo que nosotros pudiéramos hacerlo el espíritu que ha inspirado esta publicación. La que hizo revivir sobre el lienzo la Faz ensangrentada del Maestro, tal como la revelaba misteriosamente en sus pliegues el Santo Sudario de Turín, la que consagró su talento a reproducir en toda su expresión el retrato de su Hermanita, pone aquí una minuciosa fidelidad en relatarnos las anécdotas y los menores episodios que fijarán definitivamente para la Historia la fisonomía moral de Santa Teresa del Niño Jesús. Ningún trabajo tan a propósito para excitar juntamente nuestra admiración y nuestra imitación.   


Fuente: Consejos y recuerdos, Recogidos por Sor Genoveva de la Santa Faz, Celina (Hermana de santa Teresita del Niño Jesús)


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