¡Magdalena! ¡Mi queridísima esposa! Yo soy todo tuyo y tú eres mía para siempre.
Página del título:
1rºFlores Místicas <1> destinadas a formar una Cesta de Bodas. Se oyó una voz: «Que llega el Esposo, salid a recibirlo...» (Evangelio)
Aspiraciones <2>:
2rºRosas blancas.
2vºMargaritas.
3rºVioletas blancas.
3vºLirio de los valles.
4rºAgavanzo.
Jesús, a ti sólo sirvo <4> cuando sirvo a mis Madre y a mis hermanas.
4vºFlores de te.
5rºCampanillas blancas.
5vºMadreselva.
6rºVincapervincas blancas.
Dios mío, yo te amo con todo el corazón.
6vºPeonías blancas.
7rºJazmín.
7vºMiosotis blancas.
8rºReina de los prados.
8vºVerbenas blancas.
9rºLirios blancos.
9vº Flor de lis.
Ha llegado el Gran Día <6>.
Doc.: autógrafo. - Fecha: para el 20 de noviembre de 1894. - Compuesta para: sor María Magdalena. - Publ.: Prières (1988).
En el cuaderno (de 10/8'3 cms), conservado en un sobre, la madre Inés escribió: «Cuadernillo escrito por sor Teresa del Niño Jesús para preparar a sor maría Magdalena para la profesión». María Magdalena, primera profesa de la madre Inés y muy apegada a ella, huye de Teresa, que es muy perspicaz para con ella. Obligada a usar una gran discreción con una compañera tan desconfiada, Teresa le propone un florilegio de oraciones de lo más modesto. En él sigue exactamente el esquema que en 1884 preparó sor Inés para la primera comunión de Teresa. Señalemos por último que en 1910 sor María Magdalena tenía aún «este cuadernito en su celda» (PA, p. 591).
<1> Adjetivo raro en Teresa: Ms A 79rº; P 36,7; y aquí.
<2> Algunas llevan el sello de Teresa, pero el conjunto es convencional.
<3> Cf «Una carmelita que no fuese apóstol dejaría de ser hija de la seráfica santa Teresa» (Cta 198).
<4> Delicada alusión a la condición de hermana conversa de María Magdalena.
<5> Según una tradición oral, transmitida por sor Genoveva, durante la elevación de la hostia en la Misa, Teresa decía y hacía decir a las novicias: «Padre santo, mira el Rostro de Jesús y convierte en elegidos a todos los pecadores». Sabemos también que, en la elevación del cáliz, Teresa decía: «Sangre divina de Jesús, riega nuestra tierra y haz que germinen los elegidos», inspirándose para esto en sor María de San Pedro.
<6> La misma expresión en Ms A 25rº, para la primera comunión de Celina.
Fuente: Obras Completas, santa Teresa de Lisieux, oraciones.
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