Yo soy Jesús de Teresa <1>
¡Oh Faz adorable de Jesús, única Hermosura que cautiva mi corazón!, dígnate imprimir en mí tu divina semejanza, para que no puedas mirar el alma de tu humilde esposa sin contemplarte a ti mismo <2>.
¡Oh Amado mío!, yo acepto, por tu amor, no ver aquí abajo la dulzura de tu mirada ni sentir <3> el inefable beso de tu boca; pero te pido que me abrases en tu amor, a fin de que me consuma rápidamente <4> y haga aparecer pronto ante tu presencia a...
Teresa de la Santa Faz
NOTAS:
<1> Teresa se apropia audazmente y hace una transposición de la palabra que atañe a Jesús niño. Y de la anécdota pasa al misterio del nombre, poniendo a la par las dos expresiones que forman su apellido: Teresa del Niño Jesús y de la Santa Faz.
<2> Encontramos de nuevo el Cántico Espiritual, canción 36, explicación del v. 2: «Que da tal manera esté yo transformada en tu hermosura, que, siendo semejante en hermosura, nos veamos entrambos en tu hermosura, teniendo ya tu misma hermosura...» (CB 36,5).
<3> «No ver ... ni sentir»: actitud fundamental en Teresa, que se acentúa todavía más con la prueba de Pascua de 1896. «Por amor» acepta verse privada de las manifestaciones sensibles del amor.
<4> Expresión inspirada en san Juan de la Cruz, quien escribe no obstante: «consumiéndose rápidamente» (cf Or 12).
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