Junio-julio (?) de 1897
J.M.J.T.
La pequeña esposa de Jesús no tiene que estar triste, pues Jesús lo estaría también. Debe cantar siempre en su corazón el cántico del amor. Tiene que olvidar sus pequeñas penas para consolar las grandes penas de su Esposo...
Hermanita querida, no me digas que eso es difícil. Si te hablo así, la culpa es tuya: me has dicho que amas mucho a Jesús, y al alma que ama nada le parece imposible...
Puedes estar segura de que tu billetito me ha agradado mucho...
(Santa Teresita del Niño Jesús)
Fuente: Obras completas, santa Teresa de Lisieux, cartas.
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