ABATE BELLIÉRE |
J.M.J.T.
Jesús mío, te doy gracias por haber colmado uno de mis mayores deseos: el de tener un hermano sacerdote y apóstol...
Me siento sumamente indigna de este favor; sin embargo, ya que has querido concederle a tu pobre y humilde esposa la gracia de trabajar de manera especial por la santificación de un alma destinada al sacerdocio, te ofrezco por ella, muy contenta, todas <1> las oraciones y los sacrificios de que puedo disponer; te pido, Dios mío, que no mires a lo que soy, sino a los que debiera y quisiera ser, es decir una religiosa totalmente abrasada en tu amor <2>.
Tú sabes, Señor, que mi única ambición es hacerte conocer y amar, y ahora mi deseo se va convertir en realidad. Yo no puedo hacer más que orar y sufrir, pero el alma a la que te has dignado unirme con los lazos de la caridad irá a combatir a la llanura para conquistarte corazones, mientras yo, en la montaña del Carmelo, te pediré que le des la victoria.
Divino Jesús, escucha la oración que te dirijo por el que quiere ser tu misionero, guárdale en medio de los peligros del mundo <3>, y hazle sentir cada día más la vanidad y la nada de las cosas pasajeras y la dicha de saber despreciarlas por tu amor. Que su sublime apostolado se ejerza ya desde ahora sobre los que lo rodean, y que sea un apóstol digno de tu Sagrado Corazón <4>...
Te pido también que lo guardes siempre a la sombra de tu manto virginal, hasta el momento feliz en que, dejando este valle de lágrimas <6> puede contemplar tu esplendor y gozar por toda la eternidad de los frutos de su glorioso apostolado...
Teresa del Niño Jesús rel. carm. ind.
Doc.: autógrafo. - Fecha.: entre el 17 y el 21 de octubre de 1895. - Compuesto para: Mauricio Bellière, seminarista. - Publ.: HA 53, pp. s.
Teresa compuso esta oración de manera espontánea, dedicándosela a su nuevo hermano espiritual,que le había encomendado la madre Inés en octubre de 1895 (cf Ms C 31vº s). Esta adjuntó la oración de Teresa a su respuesta afirmativa al seminarista.
<1> El subrayado de «todas» responde a la petición del seminarista. Para entender adecuadamente el sentido de esta ofrenda exclusiva, véase el relato de Teresa, Ms C 33vº.
<2> Esta es la oración que Teresa pedirá a su hermano que haga por ella, cf Cta 220.
<3> Los del cuartel sobre todo, cuando las «huellas de una vida ligera» aún no se han borrado de la mente del joven, como acaba de escribirlo.
<4> Una devoción predilecta de M. Bellière, que añade tras su firma: «Guardia de Honor del Sagrado Corazón».
<5> Reminiscencia de la oración de Teresa Durnerin, cf Cta 101 y RP 2, nota 25.
<6> Reminiscencia de la Salve Regina.
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