lunes, 30 de julio de 2018

CUANTAS MÁS LÁGRIMAS HAYA QUE ENJUGAR, MAYOR SERÁ LA ALEGRÍA (carta de santa Teresita a su padre), CARTA 78


 



J.M.J.T. 

El Carmelo, 25 de noviembre de 1888 

Querido papaíto: 

Tu Reina piensa constantemente en ti y reza todo el día por su Rey. Soy muy feliz en el dulce nido del Carmelo, y lo único que deseo ya en la tierra es ver a mi Rey completamente curado. Pero sé muy bien por qué nos manda Dios esta prueba: para que ganemos el cielo. Él sabe que nuestro padre es lo que más amamos en la tierra; pero sabe también que es necesario sufrir para alcanzar la vida eterna, y por eso nos prueba en aquello que nos es más querido. 

Presiento también que Dios va a dar a mi Rey, en el reino del cielo, un trono magnífico; tan bello y tan por encima de todo pensamiento humano, que se puede decir con san Pablo: «Ni el ojo del hombre vio, ni su oído oyó, ni su corazón puede comprender lo que Dios tiene reservado para los que ama". 

¿Y hay alguien a quien Dios ame en la tierra más que a mi querido papaíto...? La verdad es que no puedo creerlo... Hoy, además, él nos está dando la prueba de que no me equivoco, pues Dios prueba siempre a los que ama. Y estoy convencida de que Dios hace sufrir tanto en la tierra, a fin de que el cielo les parezca mejor a sus elegidos. Él dice que, en el último día, enjugará todas las lágrimas de sus ojos. Y, sin duda alguna, cuantas más lágrimas haya que enjugar, tanto mayor será la alegría... 

Adiós, querido Rey mío, tu Reina se regocija pensando en el día en que reine contigo en el hermoso y único verdadero reino del cielo. 


Teresa de Jesús 



Fuente: Obras completas, santa Teresa de Lisieux, cartas


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