lunes, 30 de julio de 2018

SANTA TERESITA FELICITA A SU TÍA POR SU SANTO EN UNA CARTA, CARTA 67




18 de noviembre de 1888 

 J.M.J.T. 

Querida tía: 

Permítale a su hijita ir también ella a ofrecerle su humilde felicitación. Le va a parecer bien poca cosa, comparada con las que ya habrá recibido; pero no importa, su corazón no puede dejar de decir a su tía querida cuánto la quiere. 

Esta mañana, en la comunión, he pedido mucho a Jesús que la colme de sus alegrías. ¡Ay, no es eso precisamente lo que él nos está enviando desde hace algún tiempo! Es la cruz, sólo la cruz, lo que él nos ofrece para descansar... Si yo fuera la única que sufriese, querida tía, no me importaría; pero sé muy bien hasta qué punto ustedes comparten nuestro dolor (se refiere a la enfermedad de su  padre, el Sr. Martín). 

Yo quisiera, en este día de su santo, quitarle todas las tristezas y cargar sobre mí todas sus penas. Así se lo pedía hace un momento a aquel cuyo corazón late al unísono con el mío; y comprendí que lo mejor que él podía darnos era el sufrimiento, que no lo da más que a sus amigos predilectos. Y esta respuesta me hacía ver que no estaba siendo escuchada, pues veía que Jesús amaba demasiado a mi querida tía para quitarle la cruz... 

Me ha emocionado mucho, querida tía, con la hermosa tarta que nos ha mandado. En vez de felicitarle nosotras su santo, es usted quien nos lo felicita a nosotras. La verdad, ¡es demasiado! ¡Yo no tengo para regalarle a mi querida tía más que una pobre estampita, pero confío que sólo mirará a la intención de su hijita! 

Adiós, querida tía, me parece que en la tribulación usted está más cerca aún de su hijita, 

Teresa del Niño Jesús 

post. carm.ind. 

La carta de sor María del Sagrado Corazón estaba ya terminada cuando recibimos la tarta.
Me encarga que se lo agradezca mucho. 


Fuente: Obras completas, santa Teresa de Lisieux, cartas.




 

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