sábado, 10 de noviembre de 2018

TERESITA ESCRIBE A SU TÍA DESPUÉS DE LA MUERTE DE SU PADRE, CARTA 138

 A la señora de Guérin        J.M.J.T. 
Jesús + El Carmelo, 17 de noviembre de 1892 


Querida tía: 
La más pequeña de sus hijas se siente incapaz de expresarle su ternura y todos los votos que formula por usted. Pero el corazón de una madre adivina fácilmente lo que ocurre en alma de su hija. Por eso, querida tiíta, no voy a tratar de expresar unos sentimientos que usted conoce ya desde hace mucho tiempo. 
Este año, Dios ha hecho rebosar de una alegría muy dulce mi corazón al llamar del destierro a mi querido papaíto (1). Al repasar en mi espíritu los años dolorosos que acaban de transcurrir, mi alma desborda de gratitud. No puedo quejarme de esos sufrimientos, que han pasado ya, y que han rematado y embellecido la corona que Dios se dispone a colocar pronto en la frente venerable de quien lo ha amado tanto y lo ha servido con tanta fidelidad...  


CELIA GUERIN Y LUIS MARTIN, PADRES DE SANTA TERESITA

Y además, esos sufrimientos me han enseñado a conocer mejor los tesoros de ternura escondidos en el corazón de los familiares tan queridos que Dios me dio... «La obra maestra más hermosa del corazón de Dios es el corazón de una madre» (2). Yo sé bien qué gran verdad se encierra en esa frase, y doy gracias al Señor de habérmelo hecho conocer por experiencia. 

Querida tiíta, le aseguro que si usted tiene un corazón maternal para nosotras, su hijita tiene uno que es enormemente filial, y por eso le pide a Jesús que la colme de todas las gracias que un corazón de hija puede soñar para su madre querida. Muchas veces, sólo el silencio es capaz de expresar mi oración, pero el huésped divino del sagrario lo comprende todo, incluso el silencio del alma de una hija que está llena de gratitud...  

CELINA GUÉRIN, TÍA DE SANTA TERESITA

Si no puedo estar presente el día del santo de mi querida tía, mi corazón estará muy cerca de ella, y nadie la colmará más que yo de ternura. 

Le ruego, querida tía, que dé un abrazo de mi parte a mi tío y a mis hermanitas queridas. 

La dejo, querida tía, quedando muy unida a usted, como una hija a su madre. 

Su hija que la quiere 

Sor Teresa del Niño Jesús rel. carm. ind. 



NOTAS 

1 El señor Martin fue traído de vuelta a Lisieux el 10 de mayo de 1892. 
 
2 Mons. Dupanloup, Conférences aux femmes chrétiennes.  

Fuente: Obras completas, santa Teresa de Lisieux, cartas.
 

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