martes, 20 de noviembre de 2018

CARTA DE TERESITA A SU TÍA, QUE SE ENCONTRABA EN EL CASTILLO DE LA MUSSE, CARTA 146

 A la señora de Guérin   J.M.J.T. 
Jesús + El Carmelo, 10 de agosto de 1893  

Querida tía: 
He visto gustosa cómo usted supo leer en el corazón de su hijita. No quiero, sin embargo, que mi hermosa letra pierda el honor de ser admirada en el castillo de La Musse... Por eso me he sentido muy feliz cuando nuestra Madrecita me confió la dulce misión de contestar a su carta. 
Querida tía, todas y cada una de las líneas que nos ha escrito me revelan su corazón, que es el de la más tierna de las madres. Pero también el de su Teresita es un corazón de hija, lleno de amor y de gratitud... 

CELINE GUERIN, TÍA DE TERESITA
Pido a Dios que cure a mi querido tío (1). Y la verdad es que me parece que esta súplica no puede dejar de ser escuchada, puesto que Nuestro Señor mismo está interesado en esa curación. ¿No trabaja, acaso, el brazo de mi tío, escribiendo incansablemente páginas admirables, destinadas a salvar almas y a hacer temblar a los demonios (2)?  

ISADORE GUERIN, TÍO DE TERESITA

Creo que Dios nos está escuchando ya, y espero que disfruten en paz de los últimos días que les quedan por pasar en su hermoso castillo (3). ¡Qué feliz debe de sentirse Juana al poder gozar a sus anchas de la presencia de Francis, al que tiene tan poco a su lado en Caen (4)! He rezado mucho para que desaparezca por completo ese dichoso esguince, pues tiene que ser un negro nubarrón en el azul del cielo de mi Juana.  

CELINA Y MARÍA, PRIMA DE TERESITA, AL FONDO, EL CASTILLO DE LA MUSSE

Me acuerdo también de mi hermanita María. Me parece que desde que plantó su morada en las copas de los árboles (5), yo le debo de parecer muy pequeña y despreciable. Cuando uno se acerca al cielo, descubre maravillas que no existen en los humildes valles. Me llamará mala, pero eso no me impedirá ofrecer la sagrada comunión por Su Alteza el día de su santo... 

No acierto a expresarle, querida tía, lo feliz que me siento cuando pienso que mi querido papaíto está con ustedes, rodeado de cariño y de cuidados. Dios ha hecho con él lo mismo que con su servidor Job: después de haberlo humillado lo colma de favores, y todos esos bienes y ese cariño le llegan por medio de ustedes. 

Querida tiíta, tengo todavía muchas cosas que decirle, pero no me queda espacio, y no es respetuoso terminar así una carta escribiendo de través. Perdóneme, querida tía, y ojalá sepa intuir todo lo que quisiera escribirle, lo mismo que al resto de la familia. 

La madre María de Gonzaga y nuestra Madre les mandan muchos y muy cariñosos saludos. Se sienten encantadas de saber que os va a ser presentada la señora de Virville (6). 

Un abrazo con todo el corazón, querida tía, y siempre seré 

Su respetuosa hijita, 


Sor Teresa del Niño Jesús rel. carm. ind. 


 
NOTAS


1 El señor Guérin sufría de reumatismo en un brazo. 

2 Desde octubre de 1891, el señor Guérin sostenía con su pluma y con su fortuna el periódico conservador Le Normand. 

3 El regreso de La Musse a Lisieux estaba fijado para el 18 de agosto. 

4 El ejercicio de su profesión obligaba al Dr. La Néele (Francis) a frecuentes ausencias. 

5 María Guérin le había tomado un cariño especial a uno de los robles del parque. 

6 Cuñada de la madre María de Gonzaga.  

Fuente: Obras completas, santa Teresa de Lisieux, cartas.

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