30 de diciembre de 1889
Jesús +
Queridos tíos:
Luis Martin, el padre de santa Teresita en su silla de ruedas, rodeado de familiares
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Mirando al tiempo que acaba de pasar, creo que tengo que dar gracias a Dios, pues si su mano nos ha presentado un cáliz de amargura, su corazón divino ha sabido sostenernos en la prueba y nos ha dada la fuerza necesaria para beber su cáliz hasta las heces... ¿Qué nos reserva para el año que va a empezar...? No me es dado penetrar este misterio, pero pido a Dios que recompense al ciento por uno a mis familiares queridos por todas las conmovedoras bondades que tienen con nosotras...
El primer día del año es para mí todo un mundo de recuerdos... Aún veo a papá llenándonos de caricias... ¡Era tan bueno...! ¿Pero a qué evocar esos recuerdos? Nuestro padre querido ha recibido ya la recompensa de sus virtudes: Dios le ha enviado una prueba digna de él.
Están dando las nueve, y tengo que terminar esta carta sin haber dicho nada de lo que hubiera debido. Espero que mis queridos parientes perdonarán a su Teresita, y sobre todo que sabrán disculpar su letra, que no hay quien la lea...
¡Feliz Año Nuevo a mis queridas hermanitas...! Sobre todo, que María se ponga buena muy pronto. Me enfadaré con ella si la GRIPE le impide venir a vernos...
Adiós, queridos tíos, su hijita les desea un feliz Año Nuevo y les abraza con todo su corazón,
Sor Teresa del Niño Jesús
Fuente: Obras completas, santa Teresa de Lisieux, cartas.
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