7 de septiembre de 1890 J.M.J.T.
Me gustaría que las velas del Niño Jesús estuvieran encendidas cuando me dirija a la sala capitular (1), ¿quieres ir tú a encenderlas...? Por favor, no te olvides... No he puesto las velas color rosa, porque las otras le dicen mucho más a mi alma: empezaron a lucir el día de mi toma de hábito. Entonces estaban rosadas y nuevas. Papá (que me las había regalado) estaba allí, y todo era alegría... Pero ahora el color rosa se ha ido.
¿Hay todavía aquí en la tierra alegrías color de rosa para la huerfanita de la Berezina…(2)?
¡No!, para ella ya no hay más que alegrías celestiales..., alegrías en las que todo lo creado, que no es nada, cede el paso a lo increado, que es la realidad...
NIÑO JESÚS DEL CLAUSTRO DEL CONVENTO DE LISIEUX |
Mañana será la esposa de Jesús. Mañana será la esposa de aquel cuyo rostro estaba oculto y a quien nadie conocía... ¡Qué alianza y qué porvenir...! Sí, lo sé muy bien, mis bodas estarán rodeadas de ángeles, sólo el cielo se alegrará, y también la pequeña esposa y sus hermanas queridas (3)...
NOTAS
(1) Al dirigirse a la sala capitular, donde Teresa emitirá los votos a la salida de misa, la comunidad pasará en procesión ante la estatua del Niño Jesús del claustro.
(2) El Padre de Teresita la llamaba "la huerfanita de la Berezin"
(3) Sor María del Sagrado Corazón le responderá: «Mi querida hijita, tus letras han hablado muy hondo a mi alma... ¡Cómo ha hecho Jesús crecer en pocos años a la «Huerfanita de la Berezina»! ¡Con qué amor de predilección ha amado a aquella reina de largos cabellos rubios a la que nuestro pobre papaíto tanto quería! También hoy sigue siendo su alegría, sigue siendo su gloria, encorvado como está bajo la prueba, y mañana el cielo contemplará maravillado la nueva aureola que brillará sobre su frente venerable. (...)
«Pide por tu madrina para que llegue a ser santa y para que también ella sepa responder a ese don con que Dios la ha agraciado en su hijita. ¡Familia bendita! ¡Familia colmada por Jesús...!» (LC 138, 7/7/1890).
Fuente: Obras completas, santa Teresa de Lisieux, cartas
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