jueves, 6 de septiembre de 2018

LA GLORIA DE MI JESÚS, SÓLO ESO , CARTA 103

 A sor Inés de Jesús   4 (?) de mayo de 1890 
J.M.J.T.    Jesús + 
 

Corderito querido, mi corazón te sigue a la soledad (1). ¿Sabes, «alondra ligera», que tienes un hilo atado a tu pata y que, por alto que subas, tendrás que arrastrar tu carga...? Pero un grano de arena (2) no pesa mucho, y, además, será más ligero si así se lo pides a Jesús...  


¡Y cómo desea ser reducido a la nada, ser ignorado por todas las criaturas! El pobrecito no desea ya nada, nada más que el OLVIDO...; ni siquiera el desprecio o las injurias, pues eso sería demasiado glorioso para un grano de arena. 
Si lo despreciasen, tendrían que verlo. 
Pero el OLVIDO...! Sí, deseo ser olvidada, y no sólo por las criaturas sino también por mí misma.

Quisiera ser reducida a la nada de tal modo, que no tuviera ya ningún deseo... La gloria de mi Jesús, ¡sólo eso! La mía, a él se la entrego. 
Y si parece olvidarme, pues bien, es muy libre de hacerlo, pues yo ya no soy mía sino suya... ¡Antes se cansará él de hacerme esperar que yo de esperarlo a él...! 

Cordero querido, ¿me comprendes...? Compréndelo todo, incluso lo que no logra expresar mi corazón. Tú, que eres una antorcha luminosa que Jesús me ha dado para alumbrar mis pasos por los senderos tenebrosos del exilio, compadécete de mi debilidad y escóndeme bajo tu velo para que participe de tu luz... Dile a Jesús que me mire, que sus dondiegos (3) penetren con sus rayos luminosos el corazón del grano de arena. Y, si no es demasiado, pídele también que la Flor de las flores entreabra su corola y que el sonido melodioso que sale de ella haga vibrar en mi corazón sus misteriosas enseñanzas... 

Cordero querido, ¡no olvides al grano de arena...! 
DONDIEGO DE NOCHE

 NOTAS:

1 Sor Inés de Jesús está haciendo desde el 1 de mayo unos ejercicios espirituales de diez días. 

 2 Santa Teresita se hacía llamar a ella mismo "grano de arena"
 3 «Belle de nuit», escribe Teresa, aludiendo a los ojos divinos de Jesús. «Dondiego: Planta exótica de la familia de las nictagináceas ... Es originaria del Perú y se cultiva en nuestros jardines por la abundancia de sus fragantes flores, que se abren al anochecer y se cierran al salir el Sol» (Dicc. de la Lengua Española, de la Real Academia). N. del T.  

Fuente: Cartas, Obras completas, santa Teresa de Lisieux
 

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