lunes, 17 de septiembre de 2018

QUE MIS TINIEBLAS SIRVAN PARA ILUMINAR A LAS ALMAS, CARTA 112

 A sor Inés de Jesús   1 de septiembre de 1890 
J.M.J.T.     Jesús + Lunes 


Te paso la carta que he escrito para papá. Si te parece que no puede ir así, hazme tú un borrador; pero creo que no la va a entender... ¡Qué misterio el amor de Jesús a nuestra familia...! ¡Qué misterio las lágrimas y el amor de este esposo de sangre (1)...!  


Mañana estaré con el Sr. Youf (2). Me ha dicho que le haga una breve relación (3), pero sólo desde que estoy en el Carmelo. Reza mucho para que Jesús me conserve la paz que ME HA DADO. 
Me sentí muy feliz al recibir la absolución el sábado... Pero no comprendo el retiro que estoy haciendo, no pienso en nada. 
En una palabra, ¡me encuentro en un subterráneo muy oscuro...! Pídele a Jesús, tú que eres mi luz, que no permita que las almas se vean privadas por mi culpa de las luces que necesitan, sino que mis tinieblas sirvan para iluminarlas a ellas...

Pídele también que haga unos buenos ejercicios espirituales y qué él esté tan contento como sea posible. Así, también yo estaré contenta y aceptaré, si ésa es su voluntad, caminar toda mi vida por la ruta oscura que estoy siguiendo, con tal que un día pueda llegar a la cima de la montaña del amor, aunque creo que esto no será aquí en la tierra. 

(Voy a tomar mi sorbito de vino; también esta mañana me habría apetecido, pero no pude encontrar a nuestra Madre (4))

¿Tengo que escribir a la señora Papinot...? Me parece que no vale la pena, no lo entendería, ¿no sería quizás mejor esperar a la toma de velo...? 

 


NOTAS 


1 Esposo de sangre por los sufrimientos que está teniendo, sobretodo ante la enfermedad de su padre, que sufre de una especie de demencia.

2 Capellán del Carmelo. 

3 Es decir, una confesión general. 

4 Se sobrentiende: para pedirle permiso.  


Fuente: Obras completas, santa Teresa de Lisieux, cartas


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